viernes, 19 de marzo de 2010

Los Gozos y las Sombras


He pasado un par de meses en compañía de Gonzalo Torrente Ballester y su obra "Los Gozos y las Sombras". En la mayor parte de las novelas existen dos tipos de personajes: con los que simpatizas y con los que no. La magia de esta obra radica en que los personajes están constantemente ganando y perdiendo tu simpatía.
Y es que después de atravesar los tres tomos que constituyen la novela sigues sin saber si Carlos Deza es un buen hombre o un pelele, si Cayetano Salgado es un tirano o el héroe que lidera la lucha contra la nobleza en Pueblanueva, si admiras o detestas a doña Mariana Sarmiento, si Germaine es una soñadora o una egocéntrica, si Rosario es víctima o culpable...
Y es que Pueblanueva llena de sombras al pueblo y a sus personajes, cuyas personalidades parecen doblarse hasta que ni ellos mismos saben lo que son o de lo que son capaces, o quizás lo saben demasiado bien y se defienden de sí mismos de cara al pueblo, o más bien de cara al Casino, donde una serie de señorones no dejan títere con cabeza.
Clara Aldán es "la puta del pueblo" y sin embargo, es la única honesta tanto consigo misma como con los demás, quizás por eso es la más repudiada. Juan Aldán disfraza de heroicismo su incapacidad y Don Baldomero de religiosidad su carácter putero. ¿Cómo se las apañan? ¿De qué manera cambian de puertas para dentro? ¿Qué papel juega el Pazo?¿Y el Astillero? ¿Y "Paquito el Relojero"?
Os animo a descubir vuestras propias respuestas...

"Peste de Churruchaos, casta de locos..."