jueves, 5 de marzo de 2009

Mamarrachos de mierda

Ese es el 'nick' que tenía un amigo mío hace tiempo en el messenger. En eso pensé inmediatamente cuando leí la noticia. Una niña de 9 años es violada por su padrastro, con tan mala suerte que se queda embarazada, de gemelos. En la decimoquinta semana de embarazo se pone fin al mismo. Lo más lógico del mundo. Una niña de 9 años no está capacitada para ser madre, ni psicológica, ni emocional, ni físicamente. A nadie se le escapa que la salud de la niña corre un peligro serio durante el embarazo. Ahora viene la parte en que vienen a tocar los cojones (y no me gusta hablar mal, nada, pero un ataque tan irracional y fanático me pone los pelos de punta). ¿y quién toca los cojones?, quien los toca siempre. El arzobispo José Cardoso Sobrinho excomulga a la madre y a los médicos que practicaron el aborto. Como gilipollas los hay en todos los lados ( y más en la Iglesia, dicho sea de paso) y se apoyan unos a otros de vicio, el jefe de la Archidiócesis de Olinda y Recife dice: (y copio directamente del País) "todos los adultos involucrados en la interrupción de la gestación, que estaba en la decimoquinta semana, cometieron un homicidio contra dos vidas inocentes". "Se trata de un holocausto silencioso, que mata un millón de inocentes en Brasil y 50 millones en el mundo cada año. Un holocausto mayor que el de los seis millones de judíos, que lamentamos cada año", ha añadido Sobrinho, miembro del ala más conservadora de la Iglesia brasileña.
Como la noticia se comenta a sí misma, voy a dejarlo xq a final no me va a limpiar la lengua ni el Skip.

2 comentarios:

Pin dijo...

Menuda guerrera que estás hecha. Y menuda noticia, por dios, pobre niña.
Tu deja que hablen los moralistas intransigentes, la sociedad, y por suerte la brasileña, ha permitido que esta niña pueda abortar.

Mi lectura es, que pese a algunos carcas que parece vienen de la edad media, seguimos avanzando, y eso, no está mal.

Besos.

Vir dijo...

Tu tienes una virtud que yo no tengo: sabes mirar siempre el lado bueno de las cosas. Por eso te admiro, por eso y por muchas otras cosas más.